Punto 14. LA PUERTA DE ENTRADA DE LA ALDEA MEDIEVA
En la parte central del tramo de levante del cercado amurallado se halla una segunda puerta de entrada a la aldea medieval. Se trata de una abertura de 1,9 m de ancho que se prolonga en el interior hacia un corredor perpendicular a la muralla de hasta 10 m de longitud, delimitado por sendas paredes con un grosor de entre 1,1, y 1,2 m. Estas potentes paredes probablemente fortificaban el acceso, pero cabe suponer que también eran los muros de carga de sendas fincas situadas a ambos lados.
La topografía y la orografía actuales del altiplano de El Castellot no invitan mucho a pensar en la presencia de una abertura de paso en este sitio, ya que casi justo en el exterior se inicia el entallado del terreno, en este punto de unos veinte metros de barranco. No obstante, hay que pensar que todo este sector exterior de la muralla ha cambiado mucho su fisionomía desde la época medieval, fundamentalmente debido a la erosión del terreno. Pero en aquel momento, y seguramente debido a la propia construcción del cercado, existía un corredor de paso en el vuelo exterior de la muralla. Este corredor circundante sería el que permitía llegar hasta la puerta y acceder al interior de la aldea.
Así pues, en este sentido, las dos puertas de El Castellot se pueden entender desde un punto de vista poliorcético, ya que su ubicación determina una entrada dificultosa. En este caso debe bordearse un buen tramo de muralla para poder acceder a ella. En cuanto a la otra poterna, ya hemos visto que estaba fuertemente defendida por la torre sudoriental.
Imagen 1: Planta de este sector del yacimiento con la señalización de los restos de la puerta medieval.
Imagen 2: Hipótesis de restitución de la puerta de entrada a la aldea medieval.