Punto 2. LA OCUPACIÓN EN EL BRONCE FINAL – PRIMER HIERRO

    Punto 2. LA OCUPACIÓN EN EL BRONCE FINAL – PRIMER HIERRO

    Antes de la fase urbana que supone la creación del oppidum ceretano, el núcleo ya estuvo ocupado durante el periodo a caballo entre el Bronce final y el primer Hierro (siglos vii-v a. C.). Sin embargo, no conocemos bien esta fase ya que solo hemos podido documentar un silo, algunas cubetas en el terreno, un horno bajo, y algún hogar doméstico.

    Estas estructuras han podido datarse a partir de estudios radiocarbónicos, pero también a partir de las cerámicas típicas de ese periodo, como las cerámicas a mano de decoración ceretana (siglos viii-v a. C.) o de decoración mailhaciana (siglos vii-vi a. C.).

    Con todos estos elementos cabe suponer que se trata de un asentamiento formado por agrupaciones de casas edificadas con materiales perecederos y poco duraderos (ramaje, arquitectura de tierra, mobiliario y elementos de madera…), similares a los que se han localizado en otros parajes ceretanos, como Llo o Eina. El núcleo tendría unas actividades agroganaderas que ya empezarían a generar unos primeros excedentes productivos, al menos en la agricultura.

    A pesar de la sencillez de estas estructuras, bastante distintas de la fase urbana ibérica posterior, otros hallazgos recientes (como el paramento localizado en la Colomina de Bor realizado en bronce, de una gran calidad técnica y decorativa, y con paralelismos en la zona balcánica e italiana) demuestran la conexión de estas poblaciones con otras áreas peninsulares y del sur de Europa.

    Imagen 1: Restos de un bajo horno documentado en El Castellot.

    Imagen 2: Restos de un hogar localizado en el exterior de la muralla ibérica de El Castellot.

    Imagen 3 y 4: Detalle de algunas de las piezas del paramento de Bor.