Punto 7. LA ORFEBRERÍA EN EL TALLER METALÚRGICO
En el taller metalúrgico de época republicana se ha documentado el trabajo de diferentes metales y aleaciones como el hierro, el plomo, el bronce, el latón, el cinabrio, la plata y el oro. Son precisamente estos últimos los que tienen un gran significado y excepcionalidad, ya que en el territorio peninsular no se conocían muchos talleres orfebres de esta época, y menos en estas cronologías.
Su actividad fue detectada y contrastada a partir del hallazgo de micropartículas recuperadas en los crisoles localizados dentro del edificio, lo cual sin lugar a duda demuestra su manipulación en el lugar. La partícula de oro presentaba una aleación intencionada de oro al 72 %, cobre al 16 % y plata al 12 %, es decir, un oro artificial de 18/17 quilates. Una de las partículas de plata presentaba un 90 % de plata y un 10 % de cobre, también una aleación bastante común en la plata artificial. Entre los restos aparecieron también algunas partículas de plata mineral, por lo tanto, no trabajada.
Todos estos elementos demuestran una actividad en El Castellot de trabajo con metales preciosos, así como el conocimiento de una tecnología metalúrgica bastante avanzada (aleaciones como el latón fueron una novedad romana, o la utilización del cinabrio), que difícilmente podemos atribuir a los ceretanos, y que debe vincularse a la presencia militar romana.
Esta actividad de orfebrería documentada en El Castellot permite algunas valoraciones significativas:
- Conocemos la existencia de partículas de oro aluvial en los depósitos miocenos de la Cerdaña.
- Hemos podido documentar la explotación de estos depósitos auríferos en época antigua en áreas próximas (Les Guilleteres de All). También sabemos que fueron explotados en época islámica.
- El hallazgo de un pendiente de oro en el mismo yacimiento en contexto republicano sería indicativo de esta actividad.
- La recuperación de restos de cinabrio, un mineral necesario para amalgamar el oro y también utilizado para dorar productos en la antigüedad, y muy probablemente comerciado desde las minas de Almadén (Ciudad Real), muestra una actividad de tipo intensivo que debe asociarse de nuevo a la presencia romana.
- El hallazgo de piezas de oro en otros yacimientos ceretanos de época antigua y muy cercanos a El Castellot, como el Tossal de Baltarga o la necrópolis de Prats, indica la perduración de esta actividad.
- Por consiguiente, cabe suponer que el taller de El Castellot no solo mostraba una actividad de orfebrería en el lugar, sino sobre todo la explotación de los recursos minerales del área pirenaica, en especial el oro aluvial, pero probablemente también la plata.
Imagen 1: Pendiente recuperado del Edificio II de El Castellot.
Imagen 2: Partículas de oro trabajado recuperadas de los crisoles del taller metalúrgico.
Imagen 3: Partículas de oro de los depósitos miocenos ceretanos.